10 Ago Eficiencia y control con una manera diferente de trabajar
La integración de equipos en Delporte promueve la eficiencia y el compromiso laboral.
Hasta hace unos años, Delporte Ingenieros funcionaba al igual que la mayoría de las oficinas de cálculo estructural, es decir, con dos equipos separados: el de ingeniería y el de dibujo, con líderes de disciplina y varias sub jefaturas.
Sin embargo, hace unos dos años se comenzó a dar un vuelco a este esquema, para “darle crecimiento a la gente que lleva más tiempo en la oficina”, explica Ignacio Bonilla, gerente de Ingeniería, cosa que no permitía la división anterior por ser una empresa de tamaño mediano.
De esta forma, se crearon mini oficinas dentro del gran paraguas de Delporte, por lo que hoy funcionan tres equipos compuestos por un ingeniero líder, a cargo de ingenieros ayudantes. A ellos se suman dibujantes, entre los cuales uno se hace cargo de liderar las labores y administra su propia área de dibujo.
“Esto permite que los grupos se afiaten más en el trabajo, que se conozcan más entre ellos, vean sus propias fortalezas, porque es distinto cuando vas a un taller de dibujo, donde puedes obtener varias entregas de un dibujo, entonces ellos se encargan de velar porque se cumpla la estandarización de criterios”, comenta Bonilla.
Este cambio también ha hecho que la administración tenga más control de lo que se está haciendo, lo que es apoyado por un software de producción, diseñado por y para Delporte Ingenieros.
Debido a que se trabaja con fechas de entrega, pueden medir cuánto se demoran en cada proyecto. “Vamos cumpliendo hitos que están controlados por una lista de requerimientos preliminares para ir avanzando en las distintas etapas del cliente”, asegura Gerardo Jirón jefe de Producción.
“El cliente nos ha manifestado que tenemos un orden, les exigimos las cosas mucho antes y ellos se dan cuenta de qué información les falta”, añade.
Con esta metodología, una vez que cuentan con los antecedentes preliminares del proyecto y con la fecha que les entrega el cliente, “podemos darle una línea de desarrollo con tiempos estimados, lo que se coordina con el cliente. Si está más apurado, tratamos de ajustar nuestra programación para poder cumplirle”, afirma Jirón.
Con la ayuda de este software, han podido verificar que en promedio, son 122 días los que debería demorarse un proyecto en ser terminado, si se cumplen las fechas asignadas por Delporte. Si bien hay un porcentaje importante de proyectos que cumplen con esta programación, hay otros que se demoran en entregar los antecedentes, por lo que todas las etapas se atrasan.